lunes, 18 de mayo de 2009

Quizas...

Quizás dé lo mismo si se trata de un año nuevo...
...o de un nuevo grupo de pertenencia,
...de un nuevo lugar donde vivir,
...de un nuevo amigo,
...o de una nueva pareja.
Nada puede ser realmente nuevo si uno lo vive desde viejas actitudes.
Por eso te deseamos y nos deseamos...
Que no se nos vaya nuestro tiempo de vida en asuntos que realmente no valgan la pena.
Nadie vino a este mundo
… a encerrarse en un lugar seguro
… a lograr la aprobación de los demás,
… a “matar el tiempo”.
El tiempo es algo precioso:
un recurso no renovable.

Que miremos hacia atrás sólo para cerrar los asuntos pendientes.
Es el único modo en que el pasado puede realmente pasar:
... decir lo largamente callado,
... hacerse cargo de los errores
… y pedir disculpas,
… y reconocer lo recibido
… y dar las gracias,
… comprender lo no comprendido,
… dejar ir lo que ya no es.
Cerrar lo inconcluso es comenzar a hacer espacio para lo Nuevo.
Que sepamos pedir ayuda cuando la necesitemos, para volver a pararnos sobre nuestros propios pies.
Dejarse ayudar es un buen antídoto para la omnipotencia o la necedad.

Que sepamos ayudar a quien lo necesite...
… sin perdernos en el otro,
… sin invadir ni manipular,
… sin generar dependencia,
… sin forcejear para que nadie cambie lo que no está dispuesto a cambiar.

Ayudar requiere el ejercicio de una solidaridad inteligente, consciente de sus trampas y de sus límites.

Que permanezcamos abiertos a encontrar verdaderos compañeros de Camino, afines a nuestra más íntima Esencia.

Como decía Vinicius:“La Vida es el arte del encuentro”.

No nos escondamos de la Vida.

Vivir Vivo es poco frecuente entre los humanos. Lo logran quienes trabajan para abrir su sensibilidad y su conciencia.
Que seamos parte de aquellos que, más que un “Año Nuevo”, celebran cada día un Día Nuevo, intensamente Vivos.

martes, 3 de febrero de 2009

Hola Amigos!!! Disfrutamos un café....

Un grupo de profesionales, todos triunfadores en sus respectivas carreras, se juntó para visitar a su antiguo profesor. Pronto la charla
devino en quejas acerca del interminable 'stress' que les producía el trabajo y la vida en general. El profesor les ofreció café, fue a la
cocina y pronto regresó con una cafetera grande y una selección de tazas de lo más ecléctica: de porcelana, plástico, vidrio, cristal, unas
sencillas y baratas, otras decoradas, unas caras, otras realmente exquisitas... Tranquilamente les dijo que escogieran una taza y se
sirvieran un poco del café recién preparado. Cuando lo hubieron hecho, el viejo maestro se aclaró la garganta y con mucha calma y paciencia se dirigió al grupo: 'Se habrán dado cuenta de que todas las tazas que lucían bonitas se terminaron primero y quedaron pocas de las más sencillas y baratas; lo que es natural, ya que cada quien prefiere lo mejor para sí mismo. Ésa es realmente la causa de muchos de sus problemas relativos al 'stress.' Continuó: 'Les aseguro que la taza no le añadió calidad al café. En verdad la taza solamente disfraza o reviste lo que bebemos.
Lo que ustedes querían era el café, no la taza, pero instintivamente buscaron las mejores. Después se pusieron a mirar las tazas de los
demás. Ahora piensen en esto: La vida es el café. Los trabajos, el dinero, la posición social, etc. son meras tazas, que le dan forma y
soporte a la vida y el tipo de taza que tengamos no define ni cambia realmente la calidad de vida que llevemos. A menudo, por concentrarnos sólo en la taza dejamos de disfrutar el café. ¡Disfruten su café! La gente más feliz no es la que tiene lo mejor de todo sino la que hace lo mejor con lo que tiene; así pues, recuérdenlo:


* Vivan de manera sencilla.
* Tengan paz.
* Amen y actúen generosamente.
* Sean solidarios y solícitos
* Hablen con amabilidad.

El resto déjenselo a Dios. y recuerden que: la persona más rica no es la que tiene más sino la que necesita menos .....

DISFRUTA TU CAFÉ............

Seguimos con pensar antes de hablar

HABLAR oportunamente, es acierto.
HABLAR frente al enemigo, es civismo.
HABLAR ante una injusticia, es valentía.
HABLAR para rectificar, es un deber.
HABLAR para defender, es compasión.
HABLAR ante un dolor, es consolar.
HABLAR para ayudar a otros, es caridad.
HABLAR con sinceridad, es rectitud.
HABLAR de si mismo, es vanidad.
HABLAR restituyendo fama, es honradez.
HABLAR aclarando chismes, es estupidez.
HABLAR disipando falsos, es de conciencia.
HABLAR de defectos, es lastimar.
HABLAR debiendo callar, es necedad.
HABLAR por hablar, es tontería.
HABLAR de Dios, significa mucho amor.

CALLAR cuando acusan, es heroísmo.
CALLAR cuando insultan, es amor.
CALLAR las propias penas, es sacrificio.
CALLAR de si mismo, es humildad.
CALLAR miserias humanas, es caridad.
CALLAR a tiempo, es prudencia.
CALLAR en el dolor, es penitencia.
CALLAR palabras inútiles, es virtud.
CALLAR cuando hieren, es santidad.
CALLAR para defender, es nobleza.
CALLAR defectos ajenos, es benevolencia.
CALLAR debiendo hablar, es cobardía.

El Silencio

gabriela Sander escribio estas palabras sobre el silencio, ese silencio que podemos escuechar muchas veces en nuestro corazon

Hay tanto por descubrir y conocer en el silencio. Haz a un lado la ruidosa confusión de tus propios pensamientos y, por un rato, presta atención sólo al refrescante silencio.La capacidad de pensar, de decidir, de llevar a cabo juicios sobre bases sólidas a partir de estar informado, es una bendición de enorme valor. Sin embargo, igual de valioso puede llegar a ser el aquietar esos pensamientos por un tiempo.Porque a veces puedes quedar tan fuertemente atrapado en tus propios pensamientos que todo lo que vives termina siendo filtrado y, muchas veces, oscurecido por ellos. Librarse, simplemente, de las fuertes ataduras de esos pensamientos que hasta incluso lastiman puede resultar útil, dejando así que la pura experiencia de tan sólo vivir te toque directamente.Déjate sentir la vida por ti mismo, en lugar de tan sólo quedarte en lo que piensas de ella. Acalla tus pensamientos y capta la experiencia.Es mucho lo que sabes a través de tus pensamientos. Y también es mucho lo que puedes llegar a saber dándoles un descanso de vez en cuando. - Gabriel Sander