domingo, 28 de octubre de 2007

Ser como el rio que fluye

“Un río nunca pasa dos veces por el mismo lugar”, dice un filósofo. “La vida es como un río,” dice otro filósofo, y llegamos a la conclusión de que esta es la metáfora más aproximada al sentido de la vida. En consecuencia, será bueno recordarlo a lo largo de todo el año que viene:
A] Siempre estamos ante la primera vez. Al recorrer el camino que va desde nuestro manantial (o nacimiento) a nuestro destino (muerte), los paisajes son siempre nuevos. Debemos encarar todas estas novedades con alegría, y no con miedo, porque de nada sirve temer lo que no se puede evitar. Un río no deja nunca de correr.
B] En un valle, andamos más despacio. Cuando todo a nuestro alrededor se vuelve más fácil, las aguas se calman, nos volvemos más amplios, más largos, más generosos.
C] Nuestras márgenes son siempre fértiles. La vegetación sólo nace donde existe agua. Aquél que entra en contacto con nosotros, debe entender que estamos allí para dar de beber a quien tiene sed.
D] Hay que esquivar las piedras. Es evidente que el agua es más fuerte que el granito, pero necesita tiempo. De nada sirve dejarse dominar por obstáculos más fuertes, o intentar batirse contra ellos, pues gastaremos energía en vano. Lo mejor es saber dónde se encuentra la salida, y seguir adelante.
E] Las depresiones necesitan de paciencia. De repente el río entra en una especie de hoyo, y deja de correr con la alegría de antes. En esos momentos, la única manera de salir es contar con la ayuda del tiempo. En el momento preciso, la depresión se llena, y el agua puede seguir adelante. En lugar del hoyo feo y sin vida, existe ahora un lago que los demás pueden contemplar con alegría.
F] Somos únicos. Nacemos en un lugar que estaba destinado a nosotros, que nos mantendrá siempre alimentados de agua de modo que, frente a obstáculos o depresiones, podamos tener la paciencia o la fuerza necesarias para seguir adelante. Comenzamos nuestro curso de manera suave, frágil, hasta tal punto que una simple hoja puede detenernos. Sin embargo, como respetamos el misterio del manantial que nos engendró, y confiamos en su Eterna sabiduría, poco a poco vamos ganando todo lo necesario para recorrer nuestro camino.
G] Aunque seamos únicos, pronto seremos muchos. A medida que caminamos, las aguas de otros manantiales se acercan, porque aquél es el mejor camino a seguir. Entonces ya no somos uno solo, sino muchos, y hay un momento en que nos sentimos perdidos. Sin embargo, como dice la Biblia, “todos los ríos van al mar.” Es imposible permanecer en nuestra soledad, por muy romántica que esta pueda parecer. Cuando aceptamos el inevitable encuentro con el agua de otro manantial, al final entendemos que eso nos hace mucho más fuertes, esquivamos los obstáculos u ocupamos las depresiones en mucho menos tiempo, y con mucha más facilidad.
H] Somos un medio de transporte. De hojas, de barcos, de ideas. Que nuestras aguas sean siempre generosas, que podamos siempre llevar hacia adelante a todas las personas o cosas que pudieran necesitar de nuestra ayuda.
I] Somos una fuente de inspiración. Y por lo tanto, dejemos a un poeta brasileño, Manuel Bandeira, las palabras finales:
Ser como el río que fluye
Silencioso dentro de la noche.
No temer las tinieblas de la noche.
Si hay estrellas en el cielo, reflejarlas.
Y si los cielos se cubren de nubes,
Como el río, las nubes son agua,
Reflejarlas también sin amargura
En las profundidades tranquilas.
PAULO COELHO

Siempre con Amor y Oracion
Si puedes soñarlo, puedes hacerlo

viernes, 26 de octubre de 2007

Gracias Sol, por esas palabras de mama

Palabras de una madre

Cada vez que me pregunto cosas sobre mi vida, sobre mí misma, mi historia, el hoy .......el futuro, me mareo, entro en pánic atack.
No encuentro sentidos, me cuesta llevar el hilo de la cuestión, me ahogo en mares de lágrimas, océanos de soledades, huracanes de miedos.
Y de pronto lo veo y todo cobra vida, todo tiene sentido, todo tiene razón de ser.
Porque quisiera tener su simpleza, porque me abrazan sus sonrisas, porque no espera nada y lo necesita todo, porque me dió revancha en la vida. Revancha de no ser perfecta, de no tener que saberlo todo, de que me domine el ya veremos, revancha de que no son casualidades, milagros, noches estrelladas ni nada de eso. Soy mamá, en cualquiera de las circunstancias en las que este rol se me presente, y eso lo significa todo. Le da concepto, valor e identidad a todos los porqués de mi vida. Y con eso todo lo ausente se presenta, lo lejano se acerca, lo imposible se vislumbra, y me tengo que hacer fuerte. Porque pude lograrlo, y se que suena arrogante, pero debo serlo en algún punto. Porque es lo único que tengo, lo único que me proyecta, lo único que me hace pensar que vale la pena todo, lo único que me despierta y me hace seguir adelante.
Me tengo que agarrar de algo, bien fuerte, para no caerme al vacío. Y ahí estás principito, con tus cabellos rubios, tus cachetes contentos, tus gestos ganadores y tus palabras claras. Y me agarro de eso. Al menos por un rato dejame vivir de tus latidos, como cuando estabas dentro mío y que así me pueda sentir por un instante invencible, hoy sos la razón de tanto, la razón de todo.

miércoles, 10 de octubre de 2007

NADIE

Nadie alcanza la meta con un solo intento, ni perfecciona la vida con una sola rectificación, ni alcanza altura con un solo vuelo.Nadie camina la vida sin haber pisado en falso muchas veces.Nadie recoge cosecha sin probar muchos sabores, enterrar muchas semillas y abonar mucha tierra.Nadie mira la vida sin acobardarse en muchas ocasiones, ni se mete en el barco sin temerle a la tempestad, ni llega a puerto sin remar muchas veces.Nadie siente el amor sin probar sus lágrimas, ni recoge rosas sin sentir sus espinas.Nadie hace obras sin martillar sobre su edificio, ni cultiva amistad sin renunciar a sí mismo.Nadie llega a la otra orilla sin haber ido haciendo puentes para pasar.Nadie deja el alma lustrosa sin el pulimento diario de la vida.Nadie puede juzgar sin conocer primero su propia debilidad.Nadie consigue su ideal sin haber pensado muchas veces que perseguía un imposible.Nadie conoce la oportunidad hasta que ésta pasa por su lado y la deja ir.Nadie encuentra el pozo del placer hasta caminar por la sed del desierto.Nadie deja de llegar, cuando se tiene la claridad de un don, el crecimiento de su voluntad, la abundancia de la vida, el poder para realizarse y el impulso de sí mismo.Nadie deja de arder con fuego dentro sin antes saber lo que es el calor de la amistad.Nadie deja de llegar cuando de verdad se lo propone.Si sacas todo lo que tienes y confías en ti, ¡esfuérzate! porque...

sábado, 6 de octubre de 2007

SI CUMPLISTE ENTRE 40 Y 50 AÑOS....

La segunda mitad de la vida, puede ser mejor que la primera. Para que ello suceda hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones, que muchos profesores formulan con base en investigaciones profundas sobre la Conducta, los hábitos de vida y la felicidad de quienes ya tienen arrugas y canas.
Resumimos y comentamos algunas de esas sugerencias, las que más nos llamaron la atención:

-La felicidad no es un accidente.
Se puede aumentar si uno toma conciencia de lo que está haciendo y de lo que está dejando de hacer, y asume el compromiso de cambiar lo que no le gusta.

-Hay que intentar siempre hacer cosas nuevas.
Las personas que viven en la rutina, son 26 por ciento menos optimistas sobre su futuro, cuando se les compara con quienes están constantemente haciendo pequeñas o grandes innovaciones en su vida.

-Disfrute las muchas cosas bellas que hay a su alrededor
Un amanecer, una flor, una obra de arte, una pieza musical, una buena jugada en el fútbol, la sonrisa de un extraño, la ternura de un bebé ó el regreso a casa; son apenas unos pocos ejemplos, de las muchas cosas maravillosas que a diario suceden y que no gozamos a plenitud.

-Nunca se jubile
Las personas activas sufren de depresión y otras enfermedades, en menor proporción que los que poco o nada hacen. Mantener la mente y el cuerpo en acción, es la mejor manera de conservar un espíritu joven.

-No vea el noticiero de televisión.
Las malas noticias frecuentes producen sentimientos negativos acerca del futuro. Hay que tratar de mantener al mínimo indispensable las malas noticias.

-Exprese su propia personalidad.
Haga lo que haga, después de los 40 años es necesario que lo haga con su propio estilo, con su propia voz, dejando siempre su huella personal en cada paso.

-El dinero no compra felicidad.
Esta afirmación que parece no ser cierta en la primera mitad de la vida, se convierte en una realidad en la segunda parte. Porque las personas se dan cuenta que prácticamente siempre los momentos felices que han vivido, nada tienen que ver con dinero.

-Mantenga sus temores a raya.
Imaginarse problemas futuros, preocuparse más de la cuenta, vivir asustado, es la mejor manera de amargarse la vida. Hay que procurar mantener la mente despejada y fresca el alma.

-Los días por venir, pueden ser mejores que los días del pasado.
Entre más credibilidad tenga este planteamiento, mayor es la probabilidad de que este deseo se materialice. Porque hay múltiples evidencias que demuestran, que mucho de lo que nos sucede, es producto de la actitud que tengamos frente a la vida.

-No se aislé, sea abierto, sea receptivo, involúcrese con mucha gente, interésese en sus vidas.
Así descubrirá aficiones comunes, experiencias enriquecedoras y compañía en los momentos difíciles. Marginarse de la familia o de la sociedad es una forma de acelerar el envejecimiento del corazón.

-Hay que ver lo bueno, no sólo lo malo de las transiciones.
Después de los 40 se presentan cambios duros de aceptar, pero en muchos casos esos cambios tienen un componente positivo -se abren puertas a nuevas posibilidades.

-Disfrute la naturaleza.
Salir al campo es muy saludable para el cuerpo, la mente, el espíritu y el corazón. Por esas cosas mágicas de la vida, la belleza de lo natural inspira, relaja y distrae.

-Reconozca que la vida en muchos frentes se descomplica.
Es cierto que para algunas cosas ser joven trae sus ventajas, pero también es verdad que para muchas otras tener cierta edad implica alivio. El 60 por ciento de la gente mayor de 50 años afirma que siente menos estrés, menos ansiedad y más aprecio por la vida que cuando tenían 10 ó 20 años menos.

-Haga trabajo voluntario.
Ayudarle a personas necesitadas no sólo es una noble causa, sino un gran remedio para tensiones propias. Quienes ayudan al prójimo que sufre registran 72 por ciento más de satisfacción con la vida, que quienes no lo hacen.

-Nunca se rinda.
Sea lo que sea, pase lo que pase, simplemente nunca se rinda.

-En la medida de lo posible camine, no use su carro.
Estudios demuestran que las personas que se desplazan a pie, tienen menores niveles de estrés, que los que recorren trayectos similares en vehículos.

-Comparta lo que sabe.
En la primera mitad de la vida se acumulan abundantes y valiosos conocimientos. Enseñarle a otra persona lo que se ha aprendido, es una forma de contribuir a su mejor futuro. Y es una manera de aumentar la autoestima y la sensación de haber vivido una vida interesante.

-No se guarde sus problemas.
Contarle sus dificultades a amigos y familiares, sin convertirse en una carga, es una fórmula efectiva para aliviar presiones nocivas. Los adultos jóvenes, por orgullo, se tragan sus preocupaciones, lo cual produce una gran indigestión emocional.

-Convierta su hogar en un paraíso.
Haga todo lo posible porque su casa sea un sitio ideal: espacio para el descanso, el entretenimiento, una vida familiar estrecha, fuente de tranquilidad, lugar para desarrollar sus pasatiempos, un remanso de paz. Esto le ayudará a aliviar más fácilmente las hostilidades del mundo externo.

-Perdone.
Pensamos que perdonar es algo que hacemos a favor de quienes nos ofenden, pero en realidad el principal beneficiario del perdón es quien lo da, porque descarga su rabia y su dolor. Perdonar no es un signo de debilidad sino de fortaleza. Ensaye a perdonar y verá cuánto gana.

-Asegúrese de que sus alegrías sean más ruidosas y más frecuentes que sus irritaciones.
Vaya más allá de los formalismos. A partir de cierta edad, para realmente aprovechar las relaciones interpersonales hay que olvidarse de los títulos, de las cuentas bancarias y de los apellidos ilustres, para concentrarse en la esencia de los seres humanos. Así es que se descubren las verdaderas joyas que son las que en realidad alegran la vida.

-Haga ejercicio.
Practicar ejercicio al menos media hora diaria, es fundamental para conservar no sólo la buena salud física sino la mental. Investigaciones comprueban que el principal beneficio del deporte frecuente es de naturaleza sicológica, más que física. Es además, una manera eficaz de despejar los nubarrones y las telarañas que se posan sobre las cabezas sedentarias.

-Tenga amigos muy cercanos.
La gente que tiene buenos amigos, logra niveles de satisfacción con su vida 19 por ciento superiores al que tienen los llaneros solitarios. Y son 23 por ciento más optimistas.

-Vuélvase un niño.
En lo posible, y sin exagerar, trate de mantener sanas actitudes infantiles: curiosidad, vitalidad, capacidad de reírse con facilidad, gusto por los juegos, sinceridad y un sentido de liviandad.

-Escuche música todo el día.
La música produce espléndidos efectos positivos en todas las dimensiones del ser humano. Para trabajar, para leer, para cenar, para cantar, para estudiar, para soñar, etc., la música es una compañía perfecta.

Sin duda hay muy buenos consejos acá para Vivir mejor y que nos pueden servir mucho