viernes, 26 de octubre de 2007

Gracias Sol, por esas palabras de mama

Palabras de una madre

Cada vez que me pregunto cosas sobre mi vida, sobre mí misma, mi historia, el hoy .......el futuro, me mareo, entro en pánic atack.
No encuentro sentidos, me cuesta llevar el hilo de la cuestión, me ahogo en mares de lágrimas, océanos de soledades, huracanes de miedos.
Y de pronto lo veo y todo cobra vida, todo tiene sentido, todo tiene razón de ser.
Porque quisiera tener su simpleza, porque me abrazan sus sonrisas, porque no espera nada y lo necesita todo, porque me dió revancha en la vida. Revancha de no ser perfecta, de no tener que saberlo todo, de que me domine el ya veremos, revancha de que no son casualidades, milagros, noches estrelladas ni nada de eso. Soy mamá, en cualquiera de las circunstancias en las que este rol se me presente, y eso lo significa todo. Le da concepto, valor e identidad a todos los porqués de mi vida. Y con eso todo lo ausente se presenta, lo lejano se acerca, lo imposible se vislumbra, y me tengo que hacer fuerte. Porque pude lograrlo, y se que suena arrogante, pero debo serlo en algún punto. Porque es lo único que tengo, lo único que me proyecta, lo único que me hace pensar que vale la pena todo, lo único que me despierta y me hace seguir adelante.
Me tengo que agarrar de algo, bien fuerte, para no caerme al vacío. Y ahí estás principito, con tus cabellos rubios, tus cachetes contentos, tus gestos ganadores y tus palabras claras. Y me agarro de eso. Al menos por un rato dejame vivir de tus latidos, como cuando estabas dentro mío y que así me pueda sentir por un instante invencible, hoy sos la razón de tanto, la razón de todo.